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viernes, 24 de junio de 2011

Ruth Unzu, Diario de Noticias


Os dejamos aquí la larga entrevista realizada a Ruth Unzu en Diario de Noticias de fecha 20 de junio de 2011.

También os la copiamos aquí:



A sus 31 años, Ruth Unzu ha conseguido alcanzar varios récords navarros en su faceta de atleta, a la vez que, en su momento, se sacó la carrera de Telecomunicaciones. Ahora trabaja, entrena a atletismo y acaba de ser madre. ¿Qué cómo llega a todo? Siendo muy cuadriculada...


Ruth llega con su nuevo tesoro a la entrevista. Una niña rechoncha, de grandes ojos grises, que no para de reírse y que tan solo tiene seis meses. Ariadna, que así es como se llama, nació el pasado 25 de diciembre adelantándose casi un mes a lo marcado en el calendario y, como no, es el principal tema de conversación de una madre encantada de poder achucharla todos los días.


Después de dar a luz se ha tomado este año para usted y para cuidar de su hija, ¿cuál fue la última competición en la que participó?

Fue el año pasado en la Liga, me hubiera gustado llegar al Torneo Federaciones pero me quedé embarazada en abril y mis primeros tres meses fueron horribles con mareos, nauseas, vómitos... Me dijeron que hasta el tercer mes se puede aguantar bien e, incluso, dicen que embarazada se compite mejor por las hormonas, pero en mi caso no fue así, me quedé hecha polvo.


El nombre de su hija es Ariadna, que en la antigua Grecia fue quien se enamoró de Teseo y le ayudó a salir del laberinto del Minotauro, ¿por qué ese nombre?

Me gustan mucho los nombres en euskera, pero quizá, cuando sales fuera, puede que no se sepan pronunciar bien. No había pensado ningún nombre y le pregunté a mi marido: "¿Qué nombre se te ocurre?", y él dijo: "Ariadna". A mí me encantó, y cuando algo me gusta no lo cambio. Algunos me dijeron "piénsatelo mejor", pero a mí me gustó ese y nadie me lo quitó de la cabeza.


¿Tener un hijo era algo que quería hacer desde hacía tiempo?

Sí, desde que me casé hace dos años. Cuando estaba en lo más alto no quería, pero cuando, con 27 años, me lesioné, mi nivel bajó y, a pesar de que seguía estando bien, no era lo mismo. Entonces fue cuando ya me casé y pensamos en tenerla…


Además, usted quería que fuera niña y su deseo se cumplió...

Así es. Es que soy muy cuadriculada, quería que fuera niña y ocurrió. Mi marido siempre me dice que tengo que tener todo controlado y que por eso nació niña (se ríe).


Le ha dicho el médico que todavía no empiece a entrenar fuerte, ¿cómo va a compaginar el ser deportista, trabajar y a la vez ser madre?

Pensaba que iba a ser más fácil. Supongo que a nivel psicológico me va a costar más que a nivel físico porque tengo la suerte de que mi marido trabaja de mañanas y por la tarde se puede quedar con la niña. Por eso he podido seguir yendo al gimnasio y no apartar totalmente el estado físico, aunque todavía no puedo correr.


En su situación, ¿qué piensa del tema de la igualdad de la mujer?

Yo he tenido suerte porque llevaba poco tiempo trabajando en mi empresa (trabaja en una empresa de instalación de fibra óptica y cables de teléfono) y cuando me quedé embarazada, a pesar de que tenía un contrato temporal, confiaron en mí y sigo trabajando ahí. Por suerte, aunque trabajo muchos días de mañana y de tarde, me dan libertad para poder ocuparme de Ariadna, y eso es difícil conseguirlo hoy en día. Ahora no suelen ser así las cosas, si no tienes flexibilidad de horario o una familia que te puedan ayudar, tienes que cogerte una excedencia o alguien que te cuide a los niños. Así que para las mujeres que tenemos que cuidar a los niños y también trabajamos, es una situación difícil.


Y cuando Ariadna sea un poco más mayor, ¿volverá a competir, o piensa ir a por el segundo?

Estoy planteándome volver a los entrenamientos, pero a un nivel más bajo que antes porque entrenaba más de cinco horas al día, y ahora no podría dedicar tanto tiempo, por el bebé y por mi edad porque ya tengo 31 años. Pero sí quiero hacer competiciones de Club y con la Selección de Navarra porque me gusta mucho competir. Así que entrenaré y si no me veo bien para competir, iré tranquilamente al gimnasio, pero quiero intentarlo. Y sobre lo de ir a por el segundo, lo que tengo claro es que quiero más de una porque nosotros hemos sido siete, he sido la mayor, y me encanta tener más gente en casa. Quizá siete como mi madre no, pero, ¡más de uno y más de dos, sí! (risas).


A la vez que alcanzó sus mejores marcas deportivas, se sacó la carrera de Telecomunicaciones, ¿cómo lo compaginó?

El primer año me costó adaptarme porque eran muchas cosas, pero luego sí que fui a curso por año. Con el proyecto estuve dos años, y ahí fue cuando pude compaginar mejor los estudios y el deporte. Podía doblar los entrenamientos esos últimos años y quedé campeona de España.


¿Siempre supo que quería ser deportista?

Sí, porque desde pequeña he hecho de todo. Jugué a balonmano porque mi padre también jugaba a balonmano, pero él veía también en el atletismo un deporte muy completo y me dijo que hiciera atletismo a la vez que otro deporte. Cuando crecí me decanté por el atletismo porque no me iba mal y porque soy muy competitiva y en deportes de equipo no me veía.


Su padre ha sido su entrenador durante 20 años sin ser atleta, ¿cómo se lleva eso de que le entrene su padre?

A veces bien y a veces mal. Lo malo es que tengo mucho genio y cuando me enfado digo cosas que no debería. Entonces, en ese aspecto, sí que he tenido roces con mi padre. Además, porque no acepto perder, me enfado conmigo misma durante días. Cuando venía mi madre a consolarme, me enfadaba, pero no con ella sino conmigo. Por eso es mejor dejarme sola cuando ocurre algo así hasta que se me pase... Pero nunca me cambiaría nunca de entrenador.


Y ahora, ¿cómo es un día de Ruth Unzu? Porque también es entrenadora de atletismo...

Antes de que estuviera la peque me levantaba a las 6.30, me iba a trabajar, tenía un contrato de 6 horas, comía, después me iba a entrenar a mis chavales, y después entrenaba yo un par de horas, y de ahí, me iba a casa a cenar. Y ahora mi hermana y mi prima me ayudan a entrenar, y así puedo estar más rato con Ariadna, me la llevo a ver los entrenamientos. Y eso que ahora trabajo ya las 8 horas… Pero a mí ese ritmo de vida que he llevado me encanta. De hecho, cuando me lesioné, estaba siempre en casa con la pierna en alto y no me gustaba…


Y, ¿qué le gustaría hacer cuando acabe su carrera deportiva?

Formar una gran familia y trabajar para poder disfrutarla.


¿Qué piensa del tema del dopaje en su deporte?

No estoy de acuerdo con que la gente utilice métodos para estar por delante porque todo el mundo tiene que partir del mismo nivel. También hay que pensar que para el dopaje necesitas mucho dinero, es decir, que la gente que está arriba es la que más posibilidades tiene de hacerlo. Pero por otra parte, también creo que esa gente a veces tiene demasiada presión de los sponsor, de toda la inversión que han hecho en el resultado del atleta, y aunque es contraproducente ya que la persona es deportista y se está dañando el cuerpo, todo eso puede hacer que se llegue a esos puntos. Y me da pena que salgan casos en nuestro deporte…


¿Sigue algún deporte?

Todos, me encantan los deportes. Ahora sigo mucho la Fórmula 1, el tenis, el baloncesto, el fútbol también me gusta. Y en las Olimpiadas también veo la natación, la natación sincronizada, etc.


Entonces seguirá a Osasuna…

Igual los de Pamplona me riñen pero soy más del Barça (se ríe).


¿Tiene tiempo para ver la televisión?

Solo me gustan las series que aunque te pierdas un capítulo, no pasa nada como puedes ser House, Mentes Criminales, CSI, Bones… Como cada día echan una, pues veo una cada día…


¿Qué hobbies tiene?

Leer, me encantan las novelas de misterio, de época, de templarios. Ahora me estoy leyendo la trilogía de Millenium.


En el 2007 lanzó el chupinazo de Villava junto con el patinador Garitkoitz Lerga, ¿qué tal fue la experiencia?

Fue una experiencia muy bonita y excitante. Me hizo mucha ilusión que pensaran en mí para lanzarlo. Lo lanzamos Garikoitz y yo, yo lo hice en castellano y él en euskera ¡porque no sé euskera! (se ríe). Es impresionante porque sales ahí y todo el mundo grita, es algo alucinante.


¿Se imagina lanzando el de San Fermín?

No, porque soy de Villava y porque tampoco me lo dirían. Eso sería demasiado para mí. Yo a mi nivel, que el de Villava ya es bastante.


¿Qué planes tiene para estos Sanfermines?

Pasear con la nena y poco más, aunque el fin de semana nos iremos a Santander porque los Sanfermines son demasiado agobiantes.


Habrá viajado mucho por su profesión, ¿qué no puede faltar nunca en su maleta?

¡Las zapatillas de clavos para competir! Pero no para llevarlas en la maleta sino en el equipaje de mano porque una vez se perdió la maleta y casi no llegan los clavos a tiempo… A partir de entonces, la ropa de competir y las zapatillas de tacos, en el equipaje de mano.


Y, ¿qué tal anda de idiomas?

Tengo tercero de la Escuela de Idiomas en inglés, un nivel medio, aunque está un poco oxidado. Aparte de que soy muy vergonzosa, y cuando tengo que hablar me pongo nerviosa porque seguro que piensan: "Joé, esta española, ¡qué mal habla!". Entonces me da más vergüenza aún porque somos muy malos hablando (se ríe).

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